Cómo conservar el aceite de oliva virgen extra

El aceite de oliva virgen extra es un zumo de frutas. Su sabor y propiedades van disminuyendo conforme pasa el tiempo. Es un proceso en el que el aceite se va enranciando, o más técnicamente se va oxidando.

El aceite de oliva virgen extra tiene un sabor, una textura y un color que lo hace destacar sobre el resto de aceites de oliva, e innumerables beneficios para la salud. Además el aceite de oliva virgen extra puede presumir de ser de los pocos alimentos que no caduca, en su lugar se indica una fecha de consumo preferente.

Sin embargo, aunque no tiene fecha de caducidad, si no se conserva adecuadamente, su sabor, textura y color pueden verse alterados e incluso también pueden perderse muchas de sus propiedades, pasando a ser un virgen con algún defecto perceptible, frecuentemente enranciamiento. Por eso, hay consejos para conservar mejor el aceite de oliva virgen extra y así mantener todas sus cualidades y propiedades intactas.

  1. Evitar el calor. Es muy importante mantener los envases con aceite de oliva virgen extra alejados de cualquier fuente de calor. Una exposición prolongada al calor puede provocar la evaporación de los diferentes alcoholes presentes en el aceite de oliva virgen extra, deteriorando su textura y haciéndola más ligera. Por esta misma razón, siempre es recomendable mantener el aceite de oliva virgen extra en un lugar fresco y seco (con poca humedad), y que mantenga una temperatura más o menos constante.

 

  1. Protegerlo de la luz. La luz directa es otro de los aspectos que más afectan a la composición del aceite de oliva virgen extra, por eso es recomendable guardar los envases de aceite en un lugar oscuro o con muy poca luminosidad. También está la opción de comprar directamente el aceite de oliva virgen extra en envase de lata o botella de vidrio grueso de color oscuro.

 

  1. Mantener el envase cerrado. Aunque el aceite de oliva virgen extra contiene numerosos componentes que actúan como antioxidantes naturales, si se deja que éste entre en contacto prolongado con el oxígeno del aire, finalmente acabará rancio. Por tanto, es muy importante que el envase esté cerrado herméticamente.

Aunque se tengan en cuenta estos consejos para conservar el sabor y sus propiedades más tiempo, siempre es recomendable hacer caso a la fecha de consumo preferente e intentar consumirlo antes. En Oleoestepa se establecen estrictos controles de calidad para garantizar que hasta la fecha de consumo preferente se puede disfrutar de un virgen extra de alta calidad.

Una consecuencia del enranciamiento es que los polifenoles, sustancias antioxidantes presentes en el aceite de oliva virgen extra van reduciéndose, con lo que las propiedades beneficiosas para la salud de estas sustancias también disminuyen.

Si cuenta con una pequeña cava de vinos, uno de esos conservadores de vino de cuatro u ocho botellas, también es un lugar perfecto para conservar el aceite de oliva virgen extra en verano. 16, 17, 18 grados… la temperatura ideal.

Para que mantenga sus cualidades organolépticas (sabores, olores) se ha de evitar que el aceite de oliva virgen extra comparta espacio con productos que desprendan olores intensos (una quesera, por ejemplo), porque terminará absorbiendo el olor de todo lo que le rodea.

Lógicamente, aquí interviene otro factor: el punto de venta. Asegúrese de comprarlo en un sitio donde las botellas no estén expuestas de forma directa y severa a la luz y al calor (ojo con los escaparates y estanterías iluminadas con focos potentes, y con las tiendas mal climatizadas).

Y por último, no compre más cantidad de la que realmente vaya a necesitar en un par de meses. Cuando el aceite se esté terminando, acuda a tu proveedor habitual y así dispondrá de un virgen extra fresco y en condiciones óptimas para su consumo.

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