Pedro León Candelaria

Maestro de almazara asociada Olivarera San Plácido de Badolatosa.

Pedro León Candelaria, maestro de almazara asociada Olivarera San Plácido de Badolatosa, Sevilla.

Hace 6 años comenzó a trabajar en la almazara, realizando todas las tareas en el proceso elaboración del zumo de aceituna como ayudante de maestro, antes de lograr hace dos campañas la posición de maestro oleario. La experiencia adquirida como auxiliar ha sido fundamental en su proceso de aprendizaje, pero más aún la formación técnica. “Por suerte, durante este periodo he podido contar con la formación continua de Oleoestepa realizando diferentes cursos que van desde cuestiones técnicas y mecánicas hasta aprender a catar aceites de oliva virgen extra, algo fundamental para este trabajo” apunta Pedro.

Durante la campaña, su trabajo no termina hasta que no muele todas las aceitunas recolectadas en ese mismo día. Pedro considera clave el componente emocional en este oficio, con el que poder superar la presión del día a día, señalando que “en campaña no hay horarios, unas veces se acaba a las 12 de la noche, otras a las 4 de la mañana, pero para conseguir un zumo de alta calidad no puedes dejar nada para mañana, el tiempo es oro”.

El hecho de que la cooperativa San Plácido sea la entidad más pequeña asociada a Oleoestepa, le sirve a todo el equipo que la compone como acicate para dar lo mejor de cada uno con el objetivo de competir con almazaras mayores con más recursos técnicos y humanos. En esta línea Pedro considera que “hago un buen tándem junto al gerente de la cooperativa, somos jóvenes y nos entendemos muy bien, vamos a una y eso se nota en el resultado final, en la alta calidad de los zumos de aceituna que logramos”.

Su tarea como maestro no culmina con la finalización de la campaña, entonces empieza el mantenimiento y puesta a punto para dejarlo listo para la próxima campaña. La limpieza y una maquinaria “fina” son sus pilares para lograr extraer el aceite de oliva virgen extra con las mejores cualidades organolépticas, para ello, el tiempo es su principal reto.  “La calidad radica en lograr una molturación en el menor tiempo posible pero siempre en frío; es fácil decirlo, pero muy difícil conseguirlo”.

Pedro recuerda como su situación en la cooperativa cambió, prácticamente de un día a otro, “yo venía y me decían haz esto o lo otro, y de la noche a la mañana, me ofrecieron un puesto de máxima responsabilidad, demasiado grande para un joven como yo”. A pesar de los agobios y las tensiones vividas, especialmente durante la primera campaña, hoy mira hacia atrás con orgulloso y satisfacción de haber superado este reto.

Todas las entrevistas de maestros de almazara:https://bit.ly/3g7NtuY

Los aceites de oliva virgen extra Oleoestepa de la nueva campaña vienen con regalo muy práctico y sostenible: una bolsa de compra reutilizable de RPET.

Las bolsas de plástico suponen uno de los principales problemas en cuanto a gestión de residuos en todo el mundo. Solo en España usamos ocho mil millones y medio de bolsas desechables anualmente. Se trata de una cantidad inmensa insoportable para el planeta.

La mayoría se usan por un periodo de tiempo muy corto y aunque se reciclan sin problema si las depositamos en el contenedor amarillo, es importante concienciarnos para tratar de reducir su uso buscando una alternativa: la bolsa de compra reutilizable.

Estas bolsas reutilizables son la forma más sostenible para transportar productos, ya sea para ir al supermercado o cualquier otra función, ayudando entre todos a reducir toneladas de residuos plásticos.

En nuestro compromiso por la sostenibilidad y la economía circular, y contribuyendo con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) 6, 7, 8, 9, 12, 14 y 15, ya hemos lanzado el primer aceite de oliva virgen extra en botella de plástico 100% reciclado. Ahora respondemos de nuevo a las exigencias establecidas en nuestro programa de Responsabilidad Social Corporativa, proponiendo una solución a la necesidad de transportar productos de una manera sostenible. Con la bolsa de plástico reciclado de Oleoestepa ayudamos a erradicar el uso de bolsas de plástico de un único uso, a la vez que le damos una segunda vida a plásticos recuperados (botellas de agua, refrescos y otros envases) fomentando la economía circular.

La bolsa de compra Oleoestepa RPET está elaborada a partir de plástico reciclado, para así fomentar la reutilización de residuos plásticos y ayudar a la sostenibilidad del planeta. En material de 140 g, permiten un contenido de 12-15 kg de peso, sus asas cortas y largas y base reforzadas que permiten su agarre versatil.

 

Incorpora esta bolsa a tus compras diarias para hacerlas más respetuosas con el medio ambiente. Es duradera, transpirable, fáciles de lavar y guardar.

Además, no son solo bolsas para comprar alimentos, frutas y verduras, sino que también tienen otras funcionalidades en situaciones diversas.

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Se trata de un regalo directo de una bolsa de compra reutilizable de plástico reciclado por la compra de una caja de botellas de 5 y 3 litros de aceite de oliva virgen extra Oleoestepa.

La promoción es exclusiva para cooperativas asociadas y tienda online, válida hasta agotar existencias (10.000 unidades).

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Sabemos que este año ha vuelto a ser muy complicado, cargado de dificultades e incertidumbres. Pero si algo hemos aprendido de nuestros mayores es que siempre hemos de afrontar el futuro con ánimo y esperanza.

Ésta es la mejor herencia recibida y la que la gran familia cooperativa de Oleoestepa quiere compartir con este humilde y sentido vídeo, deseando unas felices fiestas y un nuevo año cargado de salud e ilusión, y por supuesto, sabor.

Esperamos os guste y os contagie con alguna sonrisa.

¡Feliz Navidad y salud para el nuevo año!

 

Arístides Sevillano Suárez

Responsable de la almazara de la cooperativa asociada Agropecuaria de Herrera.

Arístides Sevillano Suárez, responsable de la almazara de la cooperativa asociada Agropecuaria de Herrera (Sevilla).

Hace unos seis años, cuando se fusionó la almazara de aceite con la cooperativa de aceituna de mesa, surgió la necesidad de una dirección de producción que englobara ambas actividades. Es en este momento cuando Arístides aparece en escena como máximo responsable de calidad de los aceites de oliva producidos en esta almazara.

Durante este periodo, a sus estudios técnicos en Producción Agropecuaria y Supervisión de Producción le ha ido sumando la formación continua técnica que programa periódicamente Oleoestepa y nuevos estudios de Técnico en Proceso y Calidad Alimentaria. “La información técnica es fundamental, pero también saber valorar el producto” apunta Arístides como razón principal para desarrollar cursos de cata, impartidos también por Oleoestepa.

En época de campaña se le hace más complicado compaginar el trabajo de responsable de producción con su formación tanto de Técnico en Proceso y Calidad Alimentaria como los cursos de formación para pertenecer al panel de catas de Oleoestepa, pero señala que “este esfuerzo extra me compensa ya que tiene una aplicación directa sobre mi labor diaria en la almazara”.

Su cometido en la cooperativa se centra en dirigir todas las operaciones propias de esta industria, así como gestión de la materia prima como el equipo humano. Antes de la campaña dirige las tareas de preparación para garantizar una total puesta a punto. “Durante la campaña priorizo mis esfuerzos en convertir la materia prima aportada por nuestros agricultores en el mejor aceite de oliva virgen extra posible”. En su opinión, máxima limpieza, mínimos tiempo (6-7 horas) y temperatura siempre por debajo de 27ºC, son los factores claves para lograr extraer un zumo con las mejores propiedades organolépticas posibles de las aceitunas recolectadas por los asociados.

Echando la vista atrás destaca lo que ha supuesto en la almazara el compromiso por la excelencia. “El cambio cultural y de hacer las cosas ha sido espectacular. Aunque hayamos contado con el apoyo del antiguo maestro, quiero transmitir mi orgullo y agradecimiento a todo el equipo técnico de la almazara; entre todos lo estamos haciendo posible”, concluye Arístides.

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Juan Maldonado

Maestro de almazara asociada La Inmaculada Concepción de La Roda de Andalucía (Sevilla)

Sus cinco años que lleva ejerciendo como máximo responsable en el plano productivo de esta almazara, le han servido para constatar que trabajar en primera línea requiere una responsabilidad y una gran presión. El principal motivo es que “la diferencia entre un aceite u otro puede ser tan solo de décimas de frutado en la cata, fundamentales para que un aceite de oliva virgen extra se diferente a los demás”.

Antes de ejercer como maestro trabajó durante 27 años como adjunto al anterior responsable de almazara, con el que tuvo la suerte de trabajar codo con codo, comprobando campaña tras campaña que, para ejercer este oficio, se necesita un conocimiento íntegro de la fábrica y las máquinas que la integran. “Saber cuándo y cómo realizar los cambios es clave para contar con una almazara perfectamente sincronizada”. Para Juan, todo conocimiento es bienvenido, “pero ante todo te debe gustar mucho, porque hay que ponerle mucho cariño”.

Durante la campaña pone el foco de su labor en una clasificación idónea del fruto, “saber diferenciar las variedades y las distintas calidades dentro de ellas es clave para lograr la máxima calidad en el zumo de la aceituna”.

Fuera de campaña, además de gestionar la bodega, realiza labores de mantenimiento. Como le inculcó el antiguo maestro oleario, hay que tener un conocimiento íntegro de la maquinaria de la almazara, “porque, aunque la almazara cierra sus puertas al final de campaña, el trabajo continúa de puerta hacia dentro”.

En esa búsqueda por conocer todos los secretos del aceite de oliva virgen extra, compaginó su actividad como maestro con la de catador en el panel de cata de Oleoestepa durante tres años, lo que le sirvió a descubrir todos sus matices.

Estos años de experiencia le ha servido también para constatar que tras un aceite de oliva virgen extra de alta calidad siempre hay un compromiso cooperativo por la excelencia entre agricultores y las cooperativas, es decir, “los agricultores tienen que llevar las aceitunas lo antes posible a las cooperativas, tener un buen conocimiento sobre los frutos a la hora de clasificarlos y escogerlos, y conocer perfectamente la almazara para realizar los ajustes pertinentes”. Y añade que “si el fruto no es de alta calidad, no se puede obtener aceite de alta calidad. Pero según como lo manejes se puede estropear más o menos, por eso es tan importante el manejo y conocimiento de la almazara”.

Aún recuerda del antiguo maestro oleario, Manolo del Pozo, que siempre les recordaba la importancia de su cooperativa, ya que de ella dependían el sustento de muchas familias agricultoras. También, Ramón Segura Guillen, quién confió en el con tan solo 20 años y quién le enseño la importancia de saber por qué se hacen las cosas. Confiesa que “hacer aceite de alta calidad es relativamente sencillo cuando sabes el por qué”.

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Diego Rodríguez Sancho

Maestro de almazara de la Cooperativa de San Juan en Villanueva de San Juan (Sevilla).

Diego Rodríguez Sancho, maestro de almazara en la cooperativa de San Juan en Villanueva de San Juan, Sevilla.

Diego se considera un hombre con suerte. Al menos la tuvo hace 21 años cuando inició su actividad profesional en la cooperativa gracias a un sorteo en el que fue elegido aleatoriamente entre una decena de candidatos. “Es curioso cómo un momento de fortuna puede marcar la trayectoria profesional de una persona, y por supuesto, su vida” confiesa Diego.

Por aquel entonces había dos maestros, encargados de formarlos y de pasarles el testigo años más tarde, convirtiéndose entonces en maestro oleario, es decir, responsable de la producción de aceite de oliva virgen extra en la almazara asociada ubicada en Villanueva de San Juan, en plena Sierra Sur de Sevilla.

En cuanto a su labor durante la campaña, Diego tiene claro que “el que me busque seguro que me encuentra en la zona de descarga de aceitunas”, ya que considera clave una adecuada selección de las aceitunas para lograr un zumo de máxima calidad. “Una vez decepcionadas todas las aceitunas, toca la segunda parte, supervisar que todo está en orden en el molino” apunta Diego, señalando también la limpieza como una condición indispensable en todo el proceso productivo.

Una vez finalizada la campaña sus tareas principales se concretan en una revisión y puesta a punto de toda la maquinaria, renovando aquella que se queda obsoleta técnicamente.

La cooperativa asociada de Villanueva de San Juan tiene la singularidad dentro del grupo Oleoestepa de situarse en plena sierra, lo que marca significativamente la agronomía y las propiedades organolépticas del zumo resultante. “Aquí los principales enemigos son las heladas y la mosca, lo que afortunadamente no se da tanto en los territorios de las cooperativas asociadas” apunta Diego.

Echando una mirada atrás, le llama la atención la consideración tan relevante que ha conseguido la limpieza en los últimos años, como factor clave en el logro de zumos de aceitunas de máxima calidad. A este respecto, Diego recuerda que “cuando empecé las almazaras estaban llenas de barro, ramas y demás restos de la recolección, mientras que ahora se puede comer en el suelo”.

En cuanto a la integración de la almazara en el proyecto cooperativo de Oleoestepa hace ahora siete años considera que ha sido un antes y un después, siendo muchos y destacados los beneficios. “Antes no se controlaban la temperatura y, fue a raíz de entrar a formar parte de Oleoestepa, cuando comenzaron a tener asesoramiento técnico y tener en cuenta estos factores decisivos en la molturación” apunta Diego, que se muestra muy agradecido por los cursos de formación continua de Oleoestepa, con los que consigue estar al día de las últimas novedades del sector.

A lo largo de todos estos años, Diego ha recopilado muchas anécdotas entre las que recuerda aliviado como una noche mientras trabajaba en el molino entraron a robar. “Afortunadamente, todo se quedó en un gran susto”.

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Carlos Javier Ruíz Rubio

Maestro de la almazara de la Cooperativa Virgen de La Oliva de Mollina (Málaga) 

Carlos Javier Ruíz Rubio es maestro de la almazara de la Cooperativa Virgen de La Oliva de Mollina, desde 1989 comenzó a trabajar en el molino de ayudante, pero por casualidades de la vida pronto tuvo que tomar las riendas de la almazara.

Aunque valora muy positivamente todo lo que pudo aprender de maestros anteriores, la pasión por este trabajo, le hizo interesarse por otras formas de hacer las cosas. “En estos 32 años la formación continua ha sido clave en todo este periodo, visitando otras almazaras, realizando cursos, leyendo estudios, asistiendo a jornadas técnicas…, en este oficio nunca se acaba de aprender”.

También destaca la gran importancia que ha tenido sus conocimientos en mecánica e industria, que le ha permitido solventar problemas que en ese momento no tenían una respuesta válida de la industria.

Mirando al futuro lamenta la pérdida de recursos humanos tanto en el olivar como en la almazara, viendo complicado un adecuado relevo generacional en estos momentos. No obstante, espera que el futuro sea mejor para el campo, debiendo pasar necesariamente por su completa profesionalización.

En su larga trayectoria ha visto una gran evolución a lo largo de estos años como es el acortamiento de las campañas.  “En los años noventa solía terminar a finales de marzo o principios de abril, sin embrago, ahora terminan a mediados de febrero como muy tarde”.

La incorporación reciente al proyecto cooperativo de Oleoestepa ha supuesto un plus de exigencia. Por ello se han de cuidar aún más los detalles, reduciendo las horas de molturación, manteniendo una limpieza máxima de las instalaciones, realizando una extracción en frío y por supuesto, contando con la colaboración del agricultor asociado en el cuidado del olivar y una recogida adecuada de la aceituna sana en el momento idóneo.

Echando la vista atrás recuerda el gran cambio cultural en el modo de determinar la calidad de los aceites tanto en la almazara como por el consumidor. Antes el desconocimiento hacía que el consumidor valorara más el aceite de capacho que los actuales aceites vírgenes extras. “Afortunadamente, el consumidor está más informado lo que supone una mayor valorización de los aceites de mayor calidad”.

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Todos los esfuerzos y cuidados dedicados al bosque de más de 7 millones de olivos llegan a su fin, dando inicio en la cooperativa de segundo grado Oleoestepa SCA el periodo de recogida temprana de aceitunas para su posterior extracción en frío en las almazaras asociadas.

Al igual que la campaña pasada Oleoestepa celebra su inicio lanzando un aceite de oliva virgen extra en rama, sin filtrar, en una edición limitada, mayoritariamente de la variedad hojiblanca cultivada en la comarca de la Denominación de Origen Estepa, con un aroma frutado de aceituna verde con ligeros toques de aceitunas maduras, con matices de hoja y hierba, destacando la intensidad de su frutado, así como su amargor y picor equilibrado.

El aceite de oliva extra virgen sin filtrar Oleoestepa tiene un consumo recomendando en crudo con una rebanada de pan o en ensaladas.

Esta edición limitada está disponible en botella de 1 litro cristal y en garrafa de 5 litros. Su alta calidad está garantizada por la Denominación de Origen Estepa, lo que le confiere un alto contenido en vitamina E. Su sostenibilidad ambiental certificada con el sello de Producción Integrada.

Tienen una fecha de consumo preferente y pueden adquirirse en las almazaras asociadas, establecimientos autorizados y a través de la tienda online pinchando aquí.

Con motivo de la presentación pública del hito sostenible que supone el lanzamiento del primer aceite de oliva virgen extra en botella de plástico 100% reciclado, la cooperativa Oleoestepa ha considerado el tranvía-metrocentro de Sevilla como el soporte exterior más idóneo

La espectacularidad del tranvía metrocentro de Sevilla como soporte publicitario exterior y su gran visibilidad para la población local y visitantes en estos meses de otoño, ha sido clave en su utilización para la presentación pública del hito sostenible que supone el lanzamiento por parte de la cooperativa Oleoestepa del primer aceite de oliva virgen extra en botella de plástico 100% reciclado.

Durante los meses de octubre y noviembre la población sevillana y un importante número de visitantes (la ocupación hotelera en este periodo ha rondado el 75% de ocupación) han compartido sus paseos por las vías principales del centro de Sevilla con las imágenes del nuevo envase de plástico 100% reciclado y la familia de aceites de oliva virgen extra Oleoestepa. Hasta la fecha se estima que han sido más de 600.000 personas las que han visto el tranvía tematizado, previendo superar los 950.000 personas en el periodo total de campaña.

Esta acción publicitaria se integra en una campaña con otras acciones a desarrollar durante los meses de noviembre y en diciembre, coincidiendo a su vez con el lanzamiento de los aceites frescos de la nueva campaña.

El hito sostenible del primer AOVE en RPET 100%

La cooperativa de segundo grado Oleoestepa, productora líder en calidad de aceite de oliva virgen extra, introdujo a mediados de este año en el mercado de aceites de oliva virgen extra la primera botella elaborada en un 100% por plástico reciclado (rPET) procedente de otras botellas. Esta innovación se ha presentado en su formato de 1 litro destinado al gran consumo, con el objetivo de responder a las demandas de un consumidor cada vez más sensibilizado medioambientalmente.

Desde sus inicios la cooperativa Oleoestepa nació comprometida con la excelencia, la sostenibilidad y la innovación. El aceite de oliva virgen extra producido en sus 18 almazaras asociadas es fruto de técnicas agronómicas y productivas respetuosas con el medioambiente. Ahora, con la nueva botella de 1 litro 100% R-PET Oleoestepa da un paso más allá logrando un producto totalmente sostenible, por dentro y por fuera.

Este envase pionero en el sector del aceite de oliva se enmarca en el compromiso de la cooperativa Oleoestepa de que todas sus botellas sean de materiales reciclados, apostando por dar una segunda vida a los plásticos. De este modo, Oleoestepa da respuesta a las exigencias establecidas en el programa de Responsabilidad Social Corporativa, siendo la primera empresa del sector oleícola en contar con una certificación AENOR IQNetSR-10 de su gestión.

Oleoestepa sigue trabajando para incrementar cada vez más la cuota de plástico reciclado en su gama de gran consumo, para lo cual ya hay otros formatos en fase de desarrollo, experimentación y validación. Para la elaboración de la botella nueva de aceite de oliva virgen extra Oleoestepa 1 litro R-PET se precisa el reciclado de 3 botellas de plástico usado.

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